domingo, 19 de febrero de 2012

Jornada23: Juvenil DH Grupo 5; Rayo Vallecano 1-1 Getafe

Al borde de un ataque de nervios

Empate entre Rayo y Getafe 
Cualquiera  pudo vencer. 
La lucha por el título sigue igual, el Atleti empató ante el Numancia

Entre azulones y franjirrojos, una distancia clara en la tabla, segundos contra décimos. Dos objetivos distintos, el título frente a la salvación. Pero la misma obligación, conseguir la victoria. El gol tempranero a favor del Getafe  reforzó sus convicciones y agobio a los rayistas. Pero con el balón como ansiolítico, el tanto del empate terminó suavizando los nervios. Aunque el final del partido fuese de infarto, con ocasiones claras por ambos bandos. La tabla de resultados dejó las cosas como están. Para el Rayo Vallecano, la vida sigue igual. Empató el Atlético de Madrid ante el Numancia en Soria (1-1). Para el Getafe, ganó Las Rozas al Salamanca (3-2) y perdió el Leganés ante el Real Madrid (5-0), o lo que es lo mismo, está cinco puntos por encima del descenso ( a falta de lo que hagan Rayo Majadahonda frente a Pozuelo) y a tres del séptimo puesto.

El choque comenzó rompiendo la partitura. No habían trascurrido ni dos minutos de partido cuando los azulones ya habían marcado el primero. De un corner sucedieron dos jugadas. En la primera la defensa franjirroja la saca bajo palos. En la segunda, la pelota acaba besando las mallas aunque sea con polémica. Del rechace surge un centro desde la banda derecha y tras rozarla un atacante azulón y otro contactar con el portero, el balón se pasea hasta el segundo palo dónde Jaime la mete hasta con el alma, 0-1.

A partir de entonces un nuevo partido que acrecentaba las virtudes de los visitantes y la ansiedad de los rayistas agigantaban sus dudas. El juvenil del Getafe construyó una defensa armada y flexible dónde todos trabajaban por igual. Desde los zagueros con su concentración y viveza hasta los medios con su orden y empezando por el sacrificio de los puntas, corriendo de un lado para otro. No sólo maniataron el juego de ataque rival sino que tenían tiempo y clarividencia para arremeter contra la portería. La más clara la dispuso Hugo a pase de Robert pero su tiro acabó fuera.

El Rayo Vallecano, quería el balón pero la presión atenazaba los movimientos de sus delanteros, congelaba las ideas de sus centrocampistas y se precipitaban todos. Con tanta separación entre líneas, optaban por el juego directo y ante un rival tan bien colocado se convertían en  pases  al abismo. Sólo cuando el Getafe se decidió por atacar, sin ataduras, los franjirrojos encontraron su lugar en el campo. Al contragolpe, despojados de los grilletes impuestos por la necesidad de los  resultados, podían echar a volar. Pero siempre la última decisión no decantaba el remate.

En el segundo tiempo, el tiempo acucia más pero también los espacios para pensar se agrandaban ante el cansancio. El Getafe tuvo que plegar velas porque comenzaba a agotarse. Aún así orden y solidaridad. En el sesenta y dos, volvió a pisar área el conjunto azulón, un pared en en la frontal acabó en las manos de Carlos a chut de Dani.

Sin embargo, el Rayo se hizo con el dominio, y el Getafe se atrincheró. La entrada de Suso, en el medio del campo, generó superioridades y una solución. Y en el minuto setenta y cinco llegó, con una pizca de suerte, el gol del empate. Después de ser el vértice de los pases, a Suso le tocó terminar la jugada. Después de recortar a un rival ,que salía a su paso, disparó desde media distancia. La pelota tomó un vuelo diferente con dirección a las mallas porque chocó en un rival, 1-1.



Los últimos diez minutos fueron una ruleta rusa. Ambicioso el Rayo Vallecano puso la quinta marcha de un toque de corneta pero a sus avalanchas le ponían freno Fran, Jaime y Risco, los tótem azulones. En la otra costa, cada contragolpe era un ataque al corazón. Tres contra tres y los delanteros azulones, no renunciaban a dar un golpe de efecto. El summum del duelo tuvo lugar en el último minuto cuando de un balón largo de Nanclares, arrancan Manquillo y Levi a correr hacía la gloria. La defensa azulona se queda tirando el fuera de juego pero el árbitro no lo señala. Cuando todo está listo para el pase de la muerte, a Manquillo le entran décimas de segundo de dudas y en la espera llegan todos los defensas y sale el portero para interceptar el gol de la victoria.

Final con empate, la vida sigue igual. Quedan siete jornadas para encontrar un alivio ante la presión. Y con urgencia. La próxima jornada, el Rayo Vallecano visita el Cerro del Espino con media liga en juego ante el Atlético de Madrid. Mientras que el Getafe recibe a un revivido Real Madrid.

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