Puntería más intensidad
La calidad estuvo presente en ambas escuadras pero sólo los rojiblancos mostraron su pegada
El balón corrió de acá para allá, al ras de la alfombra verde. A un toque, azulones y colchoneros hacían volar a la redonda. Al minuto diez, el Atlético de Madrid se mostró decisivo en las áreas. Marcó su primer tanto. Y antes del descanso, el segundo. Más vertical que su rival, pensaban en el gol antes de robar la pelota al contrario. Ya en el segundo acto, el ritmo de juego decreció pero el resultado se agrandó. Los getafenses recibieron su merecido premio acortando distancias en el marcador pero pronto volvieron a ser castigados. Con el partido llegando a su fin, los getafenses apretaron pero no ahogaron al no rematar de forma certera sobre el arco rival.
Entre dos equipos que saben jugar y que muestran intensidad, la concentración fue la clave. Hace poco Felipe S. Mateos, editor del blog "El Diván del fútbol", definió la intensidad como el grado de concentración táctica. Entonces la diferencia entre rojiblancos y azulones fue la intensidad del Atlético de Madrid en mantener el orden y llevar su perseverancia más allá, camino del gol. Mientras que los locales fueron incandescentes en oficio y buenas ideas, la llama del fútbol nunca se apagó en los colchoneros.
Al minuto diez de partido llegó el primer tanto. Fede recibe la pelota en la ventana del área, chuta de volea y el esférico rebota en la espalda de un zaguero rival. Como en una mesa de paintball cayó en otra pieza rojiblanca, Bibi, que en el interior del área emboca la pelota entre los tres palos, 0-1.
Cinco minutos después llegaría el segundo tanto visitante. Sin tiempo para rehabilitarse del primer golpe, volvían a besar la lona. Otro balón sin dueño se convierte en gol. Desde la frontal del área Alex alarga su zancada para encimar la pelota. Arma su pierna derecha y la coloca en la escuadra izquierda del marco con el interior de su pie derecho, 0-2.
En el primer tiempo, el Getafe había apostado por lo que Mourinho llama el bloque alto, presión sobre la línea defensiva contraria, y confiado en la velocidad de su punta de lanza. Los atléticos jugaban con la mira más allá de robar la iniciativa al rival. Unos defendían y otros ideaban como situarse al límite para sorprender y marcar.
Ya en el segundo tiempo, el resultado borró en ambos equipos la estrategia de su disco duro. En el cuarenta y cuatro, el Getafe tuvo la gran ocasión de reabrir el choque. Cuando Javi, de cabeza, prolonga en dirección al larguero un envío cruzado.
Pero diez minutos más tarde llegaría el tercero, y con él se marchaban las esperanzas. Pérdida en defensa, ningún rival que superar más que el portero y los rojiblancos ponían la puntilla. Aunque cinco minutos más tarde los azulones sonreirían al rematar a gol Ángel ,en el segundo palo, un centro desde la banda.
Con el tablero del partido dividido en dos, los azulones sentían la obligación de remontar pero tenían más iniciativa que capacidad resolutiva, ningún remate certero hacía temblar los pilares del ganador. Es más, sobre la hora volvían a marcar para perfilar su triunfo. Kike se hace con la pelota y supera en el uno contra uno, 1-4.
Final de un choque de sabor agridulce. Unos rieron, otros callaron. Aunque para el aficionado el buen gusto estuvo por ambos lados. El Atlético de Madrid se muestra imbatible, cinco partidos y cinco victorias. La perfección y/o la igualdad se fracturará en la próxima jornada cuando se vean cara a cara con el el Real Madrid, el otro imbatido de la categoría. Mientras que el Getafe C.F se mantiene en la zona templada, con seis puntos en su haber. La situación se calienta y la necesidad es vencer al colista, la Escuela Deportiva Moratalaz, en su próximo envite en la categoría.
Muy buena cronica. Hecho en falta quién marco el tercer gol del atleti.
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