jueves, 13 de octubre de 2011

Juvenil División de Honor G5: Rayo Vallecano 3 - 2 C.D Leganés

Rayo Cesarini

Adrián Mora dio la victoria a los franjirrojos en el último minuto

Renato Cesarini era un futbolista italo - argentino que triunfó entre la década de los veinte y los treinta. Ocupa un lugar en la memoria de los aficionados de la Juventus, River Plate y Chacarita Juniors por sus famosos, decisivos y continuos goles en las postrimerías de un partido para decidir su final. El capitán del Rayo se vistió de Cesarini para soplar el castillo de naipes montado por el juvenil pepinero. Hasta en dos ocasiones tuvieron que igualar la contienda los vallecanos y dilucidar el choque en un dramático final. Cuando Adrián Mora empujó la pelota a las mallas desde el interior del área ante un portero abatido después de una primera parada.

El Juvenil del Rayo Vallecano parece iluminado, todo lo que juega lo convierte en victoria. Mientras que el Leganés afrontaba el choque con la sensación de que en la balanza el peso de tantos malos resultados podría ser a favor de los buenos.

A los cuatro minutos de juego los pepineros despertaron de la siesta al Rayo Vallecano. Verticales en su planteamiento se adelantaron pronto en el marcador,0-1. Coloto lanza en largo desde su posición como lateral diestro a su compañero Juanito que gana la espalda de Pascual hasta que le tira un sombrerito. El balón choca en la mano del defensor local y decreta pena máxima. Sería el propio Juanito el encargado de trasformarla.



Tras el gol parece que el partido fue tomando velocidad de crucero. Los franjirrojos contestaron en el minuto doce con un recorte de Rubén Ramiro pero su disparo fue interceptado por la zaga rival. Mientras los pepineros construían su fortaleza, los vallecanos buscaban la pelota como arma para asaltar al rival. Sin embargo, ni el Leganés se dejaba intimidar ni mucho menos regalar la pelota al rival. Además los jugadores rayistas se mostraban indecisos a la hora de acelerar.

Sobre el tápiz todo el primer acto tuvo este argumento. Pero la trama tuvo escenas que cambiaron la lectura del partido. En el minuto catorce pudo llegar la sentencia pepinera cuando Suso, como último hombre, se equivocó al ceder el balón a su otro compañero central porque la pelota lentamente se dirigió a Juanito, atacante visitante, en vez de a Herreros. Aunque el más pequeñito de los pepineros luego no acertase sólo ante el portero fue un error clave. Como una vuelta de tuerca envalentonó a los locales e hizo menguar a los visitantes.

Tres minutos después empata el juvenil del Rayo Vallecano. Al primer toque por el carril derecho, Ismael rebasa a su par, levanta la cabeza y avista en la pared del área grande a Rubén y el nueve franjirrojo empala desde allí para marcar, libre de unos contrarios que se habían marchado a cerrar la boca del gol, 1-1.

Hasta el descanso el choque se mantuvo equilibrado. Para el Rayo el gol aliviaba sus síntomas pero seguía estirado como un chicle con tanta distancia entre las líneas. El Leganés era todo compostura, menos ambicioso pero siempre concentrado.

Y en la reanudación dejavú. A los nueve minutos del segundo acto los pepineros volvían a acercarse a la victoria. Tras una larga jugada, el esférico ronda por la ventana del área y allí Vadillo, de volea, sitúa como destino la base del poste izquierdo del portero. Entre tanta pierna, el guardameta pierde de vista al esférico y se cuela en su casa, 1-2.

Otra vez con el rival grogui, el Leganés volvería a desperdiciar su status. A renglón seguido Palacios tendría la ocasión de certificar el envite pero su cabalgada finaliza con un disparo demasiado cruzado.

Las piernas comenzaban a pesar. Por mucho orden y templanza que inspiraban los visitantes. También se apreciaba la calidad y mordiente de los locales. Así fue que el Rayo Vallecano demostró su orgullo y raza. Empató el encuentro y luego fue a buscar el triunfo. La entrada de Adrián Díaz engrasó la sala de máquinas y la de Josu fue como el kers para los coches de Fórmula Uno, unos caballos más de potencia añadida.

Primero el gol del empate. Corría el minuto sesenta y cuatro.A pase de Adrían Díaz, Manquillo se sitúa frente a la portería rival para colocar la pelota a un lado con tranquilidad, 2-2.

Luego la remontada final. Restaban diez minutos y el choque paso a ser un correcalles dónde el ímpetu dominaba al aplomo. Primero el "Lega" se lanzó a la contra. Pero el último pase de Diego a Palacios terminó con la pelota surcando las nubes. El Rayo se lo tomó como algo personal. Y en el descuento enfrascó al rival. En tres llegadas tumbó al rival. Primero Josu no batió los reflejos del portero, luego Suso fue muy tímido de cabeza en un córner.

Pero en el último minuto todo cambió. Desde la frontal del área Josu se da la media vuelta, chuta tenso y Miguel, portero pepinero, sólo puede sacar sus puños sin dar dirección alguna. Adrián Mora, como capitán del equipo, fue al fallo y lo encontró. Pisó área y empujo el balón. La siguiente imagen, es él de rodillas en el córner y un equipo entero viniendo a celebrar con él.

Con esta victoria los franjirrojos no detienen su marcha. A pesar de no andar del todo finos, el juego les sonríe. Todo lo contrario que al Leganés. Con orden y buenas ideas no despega el cuadro pepinero. Aunque de la impresión que por calidad y mentalidad pronto llegarán.

1 comentario:

  1. una cronica, muy justa y bien narrada, tan solo una correcion, el pase del segundo gol a Manquillo fue Adrian Diaz

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