El Real Madrid le devuelve al toque el resultado del partido de ida
Victoria del alevín blanco, 2-1, que se pone líder por golaverage
Derby en miniatura entre Real Madrid y Atlético de Madrid que se llevó el conjunto blanco por idéntico resultado al que los rojiblancos consiguieron a su favor en el Cerro del Espino. Lucha de estilos contrapuestos que en ésta ocasión el acierto guiñó el ojo a los merengues que jugaron más en equipo, combinativos en ataque y solidarios en defensa.
Concentrados en sacar ambos equipos un gran resultado, los locales vencer para dejar la liga abierta a cualquier desenlace y los visitantes para hacer sucumbir a su eterno rival. El Atlético de Madrid arrancó el partido mentalizado en una buena defensa y sincronización se colocó en el campo para no dejar huecos. Aunque pronto el Real Madrid se apoderó del balón y lo movió a su antojo. Es verdad que los colchoneros replegados y ordenados infundían respeto por la clarividencia que tenían para atacar a la yugular con pases precisos y directos a sus dos delanteros, de zancada y potencia, Seku y Víctor Mollejo.
Los blancos fueron creciéndose a medida que Santos, el central procedente del C.D Leganés secaba con puro nervio todas las acometidas del adversario o al mismo tiempo que Luisfer, equilibraba, y Juanchi, fichado ésta temporada del Rayo Vallecano, emulaba a Mesut Özil conduciendo en dirección a la portería enganchando media y delantera.
Ante tanta igualdad, el Atlético de Madrid no se vio afectado por la ansiedad de un partido tan igualado y en la primera ocasión que tuvo para meter un pase profundo medido a la espalda rival, Víctor Mollejo habilitó a Seku para que su equipo se adelantase en el marcador. Minuto 20, 0-1.
Aunque cinco minutos más tarde reaccionaron los madridistas como un equipo grande. Con galones, Aitor condujo la pelota hasta la línea de fondo, con un dribbling de por medio, y asistió de centro raso a Arribas que embocó a gol, 1-1.
Tras el descanso, el Real Madrid no dio tiempo a ver como se equilibraría el partido. Aitor de picada, a pase largo magistral de Santos, adelantaba a su equipo para ser los triunfadores del duelo e igualar a puntos al Atlético de Madrid en la tabla. Los rojiblancos, con el paso de los minutos fueron perdiendo convicción y se encontraron sin más respuesta que su delantero Víctor Mollejo. Bajaba a recibir, asistía y llegaba al área. Le lanzaban piedras y con sus amortiguamientos convertía esos pases en caramelos. A dos minutos para el final, cruel el fútbol, tuvo a bocajarro de cabeza el gol del empate.
En sesenta minutos, el Real Madrid fue mejor en Valdebebas, por juego, calidad y mentalidad. Un partido para seguir creciendo el talento inmenso que hay en ambos equipos.
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