Un Soldado desde la trinchera lleva al Valencia hasta la próxima batalla
A pesar de la victoria, del Sevilla por 2-1, serán los chés lo que estén en cuartos de final de la Copa del Rey. Ambas escuadras son por actitud, estilo y talento las sombras de Real Madrid y Barça en la Primera División. En su duelo lo han refrendado. Los hispalenses ,después de jugar hasta la desesperación, ven tras caer ante el Valencia y que sólo les queda su objetivo en liga, clasificarse para la próxima edición de la Champions League.
1. Ganar desde la trinchera
El Valencia C.F ha sabido jugar su partido. Teniendo en cuenta el formato, ida y vuelta, el gol de Jonás marcó la pauta en el cuaderno táctico de Emery. Sumando esfuerzos y contagiándose de valores los chés se organizaron como una tribu sobre el campo. Cada uno cumplió su papel.
Atrincherado por un Sevilla desbocado no perdieron ni el orden ni la tranquilidad. Y con el balón en los pies nunca olvidaron la posibilidad del ataque como la mejor defensa. Al contragolpe cruzaron hasta la puerta contraria. en el primer toque encontraron huecos para empalmar pases hacía delante, con Banega como su principal electricista.
2. El Valencia, un equipo multitarea
Quizás porque Emery es así, estudioso y empático, no se ciñe a los esquemas preestablecidos. Prefiere analizar a sus jugadores y al rival, al contexto y el entorno, para decidir que mostrar. Los jugadores chés se han acostumbrado como estilo de juego tener personalidad. Una sólida columna vertebral tienen la culpa (Alves/Guaita- Rami-Albelda y Banega-Soldado). Les da igual replegar y contragolpear que presionar y llevar la pelota a los costados.
3. Sevilla o Braveheart
Los hispalenses se tomaron el partido de copa como la última batalla para defender a su pueblo. Como en la famosa escena de la película, el conjunto local afrontó el partido ,desde el minuto uno al noventa, atacando en estampida.
A pesar de vencer ,con un gol a última hora, han vuelto a caer en el cómputo global de la eliminatoria. El equipo tiene nervio, actitud y aptitud pero adolece de resultados. Como dicen desde la Cadena Cope se ve a una escuadra con proyección pero no siente mejora.
4.Marcelino, tocado y ¿hundido?
Con esta derrota el míster astuariano del Sevilla podría tener las horas contadas. No sé sí lo merece o no. Tras morir con las botas puestas, he vuelto a ver en el Sevilla un equipo ambicioso, predispuesto a la victoria, a la lucha y al espectáculo. Jugadores que quieren ser protagonistas. Cuando un entrenador no significa nada para un vestuario estas muestras de "cariño" no suelen aparecer y aún menos cuando están aliñadas del talento de los futbolistas al servicio del equipo.
Aunque se puede conocer la causa de los males numéricos del Sevilla. Su fútbol es adrenalina pura. Mucho nervio y poco temple. Termina por por convertir los choques en una naja de doble filo. Al no manejar los tiempo del partido, a veces pasa de largo de los conceptos defensivos. Ante el Valencia en el Sánchez Pizjuán fue una turbina, sólo supo volar en ataque.
Ocurra lo que ocurra, las vibraciones que da este Sevilla hacen suyas las palabras que William Wallace (Mel Gibson en Braveheart) entonó en gaélico durante la arenga de la batalla Stirling Bridge "¡Sevilla por siempre!".
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