De un chasquido a la goleada
Hasta la expulsión el duelo entre Pozuelo y Rayo Vallecano fue igualado pero ante diez jugadores los franjirrojos no tuvieron piedad
Una polémica decisión arbitral seguida de un penalti con expulsión incluida dejó al Pozuelo en inferioridad numérica y a su planteamiento cojo ante un Rayo Vallecano demoledor si le dejas pensar. Hasta entonces, los locales se habían adelantado en el marcador y habían impuesto un cortafuegos en el centro del campo. Antes del descanso los franjirrojos ya habían desenfundado su armas, remontando el partido. Y tras el descanso, a medida que caían más goles,los locales olvidaban su amor propio. Lo recordó cuando el árbitro silbó el final y vieron el 1-7 en el marcador.
El comienzo del partido fue tan vibrante que de los goles y la polémica arbitral discurrida en los primeros cuarenta y cinco minutos surgió el desenlace del choque. Los chicos del Pozuelo llevaron a cabo una disposición sobre el tapiz cuya misión era evitar ver el ir y venir de los pases. Acumulando jugadores en el centro del campo obligaban al Rayo Vallecano a tocar de derecha a izquierda pero encontrando dificultades para progresar. Todos sus jugadores de ataque estaban vigilados por alguna camiseta verde.
Como consecuencia, sembraban tantas dudas que robaban la pelota o cerca del área rival o en el centro del campo, todo listo para lanzar el balón a sus jugadores en velocidad. En el minuto dieciocho llegó la polémica. El Pozuelo robaba y sorprendía, y en esta ocasión lograba el gol. Joel percute por el lateral del área y una vez llega a la línea de fondo asiste a Juanma que tras un remate fallido, es derribado por Maninson, central del Rayo Vallecano, penalti y expulsión. Pero el árbitro no se había percatado que el asistente tenía el brazo levantado. Un fuera de juego cuando Joel recibe el esférico consigue lo imposible que el tiempo se detenga y se borre todo lo que había sucedido antes, ni expulsión ni penalti a favor del Pozuelo. Viendo las imágenes, acierta el asistente.
Diez minutos más tarde, el Pozuelo consigue su recompensa. Juanma, de un desmarque de ruptura, se cruza con la pelota que camina de un pase al hueco y la acompaña de un sutil toque con el interior del pie hasta el fondo de las mallas, 1-0. Ante el gol, el Rayo Vallecano ni se inmutó. Presencia sí, ocasiones no. Adrián Mora, Tony y Nanclares, sus tres cerebros en el medio, buscaban el balón.
Hasta que Adrián Díaz, desde el lateral derecho, alza la cabeza y detecta un resquicio. Como la luz, después de un túnel, la pelota corre hasta los pies de Isma que una vez encara portería tiene que ser derribado por un defensor local para que no marque. Último hombre, penalti y expulsión. el propio Isma sería el encargado de meter el gol en la jaula, 1-1.
Con diez jugadores el centro del campo del Pozuelo perdió consistencia. Más espacios, más tiempo para pensar y paisaje para decidir. No perdió el tiempo el Rayo Vallecano de castigar a su adversario. Cuatro minutos más tarde del primer tanto hacían el segundo, justo antes del descanso. Tony observa el desbarajuste y lanza para Rúben que entre dos rivales, espera al balón y después recorta a su marcador. Cambia el ritmo y vuelve a frenar para definir, 1-2.
Ya en el segundo acto apareció Víctor Manquillo en lugar de Pato. Con ganas de reivindicarse el futbolista franjirrojo desniveló el duelo con una asistencia y un gol en dos minutos, del sesenta y cinco al sesenta y siete. Primero regala el gol a Isma y el cuarto tanto lo marca él cruzando al portero rival con el balón en los pies para luego embocar a portería vacía, 1-4. A partir de este momento el cuerpo de los jugadores del Pozuelo recordaron la polémica y la fatiga melló sus músculos. El Rayo Vallecano no se detuvo y le goleó hasta llegar a siete goles.
Ya en los vestuarios del Valle de las Cañas mientras unos se iban cabizbajos por sentir lo que pudo ser y la pesadilla que terminó siendo, los franjirrojos salían sonrientes al enterarse del empate a dos entre Atlético de Madrid y San Fernando que les deja a un punto del líder. Aunque la jornada aún fue más redonda para el primer juvenil del Rayo Vallecano. La derrota del Real Valladolid a manos del Diocesano por 4-1 les acerca su clasificación para la Copa del Rey j8uvenil alejándose en diez puntos de los pucelanos aunque aún queden diez jornadas por disputar.
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