Mil perdones y un porqué
Empate a cero entre pepineros y franjirrojos. El "Lega" tuvo en sus botas la victoria y al juvenil rayista le faltó creatividad para marcar diferencias
Al Rayo Vallecano juvenil se le escapan dos puntos y su rival por la liga , el Atlético de Madrid ( que ha vencido por 2-0 ante la Unión Adarve) ante un Leganés atrevido pero desacertado. Los blanquiazules fueron un torrente en ataque durante los primeros minutos del partido pero no fue hasta el ecuador del segundo tiempo cuando pudieron apuntillar a los de Vallecas.
Al comienzo del choque, los locales sorprendieron a propios y extraños con su ambición desbocada. Diego era el encargado de hacer sufrir a la zaga rival con sus desmarques de ruptura. Y en los primeros cinco minuto, primero no acertó ante el portero, y más tarde fue Palacios quién con todo su a favor, tiró fuera del marco.
Después de soplo de fútbol, el Rayo Vallecano despertó. Tomó el mando del choque pero entre la estrechez del terreno de juego y la disposición táctica de los pepineros, veían encorsetados sus movimientos de ataque. No había más recurso que el juego directo. Levi, para los franjirrojos, se encargó de perseguir todas las oportunidades. Dispuso de la más clara a la media hora de juego cuando Isma asistió picando la pelota pero el tinerfeño chutó a las manos.
En el segundo tiempo, el Leganés tuvo una cascada de ocasiones para ganar el partido. Entre las más claras, un corner rematado por Juanqui ,aprovechando un rechace, pero Rubén la salva bajo palos. Más tarde una vaselina de Jesús que se topa con Carlos, que agiganta su figura decidido a aguantar con frialdad. Y por último, a diez minutos para el final, Juan la pica ante la salida del portero pero Adrían Díaz la salva a la carrera antes de que la redonda se pasease hasta las mallas.
En el Rayo Vallecano, sus opciones se limitaron al afán de Rubén por saltarse las normas buscando el uno contra uno pero eran muchos metros que recorrer y muchos rivales que sortear cada vez que lo intentaba. Para los pepineros, no sólo sufrieron su falta de gol, sino también alguna decisión controvertida del árbitro. Que con el silbato en la boca no señaló dos posibles derribos en el área visitante. Para los rayistas la única mala noticia no es el resultado, que es lo que les tuvo tensos durante todo el choque, sino la expulsión de su capitán Adrian Mora, por presunta agresión pisando a un rival.
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