En fútbol base ¿Cuál es el valor de las victorias?

"El éxito es excepción. De vez en cuando se triunfa, pero habitualmente se desarrolla, combate, se esfuerza y se gana de vez en cuando" 

Marcelo Bielsa, entrenador del Athletic Club de Bilbao

Ganar siempre, es imposible juegues donde juegues. El punto en común entre toda la humanidad del fútbol es la ilusión. Cuando rueda un balón, la sonrisa en la victoria y la tristeza en la derrota. Pero hay que mirar a lo lejos. El niño no sólo juega, sueña con ser futbolista. De la victoria en el fin de semana no se va a despertar con la gloria cumplida. Sí de compartir buenos momentos durante toda la semana, entrenamientos y partidos, con todos sus compañeros. De pensar, aprender y recordar todo lo que te pasa dentro del rectángulo mágico y sus aledaños.

Como dice un loco que está muy cuerdo, Marcelo Bielsa, el éxito es una excepción. Ser futbolista es tan difícil o más como que te toque la lotería y eso que quién juega al fútbol corre la suerte los 365 días al año durante casi dos décadas. Nunca olvides el juego. "De vez en cuando se triunfa pero siempre se combate y te esfuerzas". Lo que aprendes del fútbol sólo son victorias. La constancia, la amistad, el trabajo en equipo, la solidaridad, el amor propio, la fe en ti mismo .... 

ES LA VIDA REAL

"No hay que jugar para ganar sino jugar para que no te olviden" 

Sócrates, futbolista brasileño que jugó de 1972-1992, fallecido el 4 de Diciembre de 2011. DEP

El fútbol es un juego hay que disfrutar sino para qué participas. Saltas al campo para hacer lo que te gusta y saboreas cada momento en el que sientes el mejor ya sea con una parada, un tackling, un pase o marcando el gol de la victoria. Son recuerdos que nunca se olvidan.

Pasan los años, cambian los compañeros pero siempre te terminas enfrentando con amigos. La amistad en el fútbol es el nutriente de este deporte, por lo menos en la base. El futbolista tiene el reto de ser cada día mejor, sorprender a propios y extraños. Porque su felicidad reside en entrar en la memoria de quién le ve o espía, le entrena y de quién comparte buenos y malos momentos sobre el tapiz. Es lo único que te queda al final de la partida. GAME OVER.

"Si el resultado no importa ¿Para qué llevamos el tanteo?" 

Vince Lombardi 

Sin presión o con presión, el hombre por naturaleza juega para ganar, ya lo decía el holandés Johan  Huizinga en su libro "el homo ludens" (1938) para explicar la relación entre el juego y la lucha por la vida, la diversión por ser el mejor. El niño va a querer ganar, el entrenador le tiene que enseñar el camino y junto a sus padres saber comportarse en la derrota.Muchos entrenadores defienden que el resultado no importa. Pero eso es una falacia. A todos nos gusta ganar pero hay que saber cuál es el significado de la victoria.

El hombre necesita retos y pasar pruebas. Cada fin de semana no es más que eso, un reto. La victoria o la derrota es parte del aprendizaje. Más allá del tanteo existe la relación causa-efecto. Conocer nuestros errores - aciertos y caminar hacía adelante conociendo el porqué de las cosas para ser cada día más buenos. 

Porque la victoria de hoy es la derrota del pasado. Los niños tienen un sueño y no se cumple siendo campeones de la liga local en edad Infantil pero van sumando conocimientos partido tras partido, de compañero a compañero y del paso de un entrenador a otro.

"Si el resultado no importa ¿Para qué llevamos el tanteo?" Para que  NUNCA DEJES DE SOÑAR.

 ¿"El fin justifica los medios"? 

Maquiavelo

El fin nunca justifica los medios. Los entrenadores -educadores y las familias deben ser quién pongan el límite al espíritu competitivo. Es decir, dar al niño el significado del bien y del mal en el deporte. No podemos olvidar que es un juego de equipo e inventado para divertirse. Los niños le ponen tanta ilusión que tú te debes a ellos.

Como entrenador, no viene mal recordar la frase de Sócrates. No juegues para ganar sino para que no olviden. Los resultados de una temporada no son claves en el futuro de un niño pero sí lo que les puedas enseñar y el carácter que les quieras impregnar. La memoria no recuerda a las máquinas de ganar porque siempre habrá alguien más importante que tú en la carrera deportiva de un profesional. En cambio, de los recuerdos de un niño que termine siendo jardinero, policía nacional o el nuevo "Raúl" no se despegan las experiencias vividas ni los buenos consejos ni el cariño mostrado ni siquiera los conocimientos compartidos.