1.
El “Cholo” le hubiera gustado este equipo,
concreto y ganador sin jugar bien. Solidez
y consistencia desde la portería a la punta de ataque. A pesar de los vaivenes
y la ansiedad de un partido a vida o muerte logró poner freno a la actitud pío –
pío.
3.
Un córner botado desde la esquina izquierda
cambió el discurso. Los rojiblancos, de abrumados a ganadores. Thomas, en el
corazón del área, mando al hangar el centro que aterrizaba en él.
4.
Nadie achicó espacios, la batalla estaba en el
centro del campo. Los amarillos con más empuje llevaron la pelota a campo
contrario. Sin poder entrar en la base colchonera, optaron por los misiles a
media distancia. Khiowa, Daniel Ojeda y Artiles, armadores sin dar en la diana.
El Atlético de Madrid encontró en el contragolpe una trinchera dónde Alex era
su oficial de tierra.
5.
En el segundo tiempo, los rojiblancos
encontraron a su voz de mando. Oliver Torres y Daniel Márquez comenzaron a
juntarse. Ian y Alex les escoltaba, uno en la punta de lanza y otro como medio
escoba. Fue entonces cuando se acabó el fuego cruzado.
6.
Las Palmas no cesó de tener la intención de
intentar el empate pero se quedó sin combustible. Mientras el Atlético de Madrid
no perdía su rostro serio ni su estructura compacta. Sucedían los minutos, no había
ocasiones. El juego no fluía, “stop and go”.
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