Pato, ébano de calidad
Club: Rayo Vallecano
Categoría: Juvenil División de Honor
Demarcación: Delantero
Edad: Juvenil
En la Ciudad deportiva de Valdebebas, ante el Real Madrid y con la segunda posición en juego, la que da acceso a disputar la Copa del Rey Juvenil, debutaba Pato, el "nuevo Lass". Así lo bautizarán en poco tiempo porque el guineano ha dejado huella en el conjunto franjirrojo irrumpiendo del juvenil al primer equipo, el mismo reto que tiene ante sí Pato. Una vez arrancó y tomó el control de la pelota se le vio diferente. Tanto por su peculiar forma de correr como por su extraordinaria espontaneidad a la hora de jugar.
Era su primer partido en la máxima categoría del fútbol base español y ante una de las mejores canteras y no se detuvo al encarar, dejando detalles técnicos de imaginación silvestre de quién ha aprendido a jugar jugando. Como muestra el inicio del único gol. Pato lanzó el contraataque desde el meridiano del campo sorteando a dos rivales haciendo uso de un uno-dos, pasándose el balón de un pie a otro para seguir corriendo y meter un pase interior a Toni que asistiría a Rubén para marcar.
De figura desgarbada, Pato tiene poco que ver con Lass en su forma de jugar y mucho en su manera de sobrevivir. Mientras Lass Bangoura, de centro de gravedad bajo, es enérgico y vertical, Pato es más sopesado, veloz a zancadas y decisivo con pausa. En su forma de vivir la aventura del fútbol son más similares, no en carácter pero sí en actitud, ambas abren los ojos, a pesar de la berrera idiomática, lo entienden todo y aplican lo que les enseñan.
Anuar, un futbolista ingrávido
Club: Real Valladolid
Categoría: Juvenil División de Honor
Demarcación: Mediocentro
Edad: Juvenil de primer año
Un "bajito" en Pucela, el "6" blanquivioleta entiende el fútbol moderno, de moda en España. Jugando como mediocentro posicional maneja los hilos de su equipo flotando en vertical por todo el eje del campo. Surte balones de atrás hacía delante y su equipo respira ante el agobio dándole el balón a él para que su juego de ataque vuelva a latir.
Tanta personalidad para un jugador de primer año juvenil en División de Honor es inusual pero el ceutí lleva una progresión en alza, incluso ha sido convocado para entrenamientos con la selección nacional sub-16. Juega rápido y piensa deprisa pero sin tomar atajos, porque le han enseñado que el balón es un bien preciado.
Toni Arranz, fútbol de altura
Club: Rayo Vallecano
Categoría: Juvenil División de Honor
Demarcación: Mediocentro
Edad: Juvenil de segundo año
Casi metro noventa entre el tápiz y su techo, el mediocentro franjirrojo, ve el juego en altura. La temporada pasada se fogueaba en el juvenil "C" del Rayo, de recién creación y con la obligación de ascenderlo a Primera juvenil. Su buen hacer le premió con subir en ascensor hasta la última planta, la División de Honor. Una vez en la azotea, lo normal es que te pueda el vértigo. De jugar en la peor categoría juvenil a hacerlo en la elite. Pero paso a paso, sin tambalearse ni emocionarse, ha echado raíces en el centro del campo.Ya ha compartido entrenamientos con Movilla, Javi Fuego y Michu, dirigidos por Sandoval. El jugador sigue sin levitar, siempre con los pies en el suelo porque sabe que le queda mucho por mejorar.
Quizás su autoestima se graduó el pasado fin de semana tras derrotar al Real Madrid en Valdebebas. Junto a su compañeros Adrián Mora dominó el epicentro del juego. Sus largas patas provocan imprecisiones en sus rivales que sienten como sus pases son interceptados. Su zancada la usa para descolgarse de una línea a otra y su cabeza para saber cuando sumar en vez de multiplicar, domina el juego en corto, agita a sus rivales batiendo líneas de pase.
Nacho, un nueve y medio
Club: Real Valladolid
Categoría: Juvenil División de Honor
Demarcación: Delantero
Edad: Juvenil
Desde la posición de delantero centro encuentra su hábitat, el juego entrelíneas. El atacante pucelano es uno de los canteranos del Real Valladolid con trayectoria en alza, también captado por la selección nacional en alguna ocasión para concentrarse en Las Rozas. Y en el campo se nota porque es uno de los que lleva el peso del equipo en esfuerzos y calidad.
Tácticamente mide sus gestos, decide bien sí correr hacía delante para desmarcarse, sí acercarse al balón para apoyar a un compañero, sí desprenderse del balón al primer toque o guardarlo hasta ver de reojo sombras que le puedan ayudar a llegar al arco contrario.
Pues sí
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