sábado, 31 de diciembre de 2011

Análisis de Juvenil División de Honor grupo 5


Radiografía de los 4 mejor clasificados en el grupo 5 de División de Honor

El Atlético de Madrid es líder indiscutible. Rayo, Real Valladolid y Real Madrid optan por la plaza que da acceso a la Copa del Rey

Real Madrid

4º Clasificado
31 puntos. 9 victorias - 4 empates - 3 derrotas. 53 GF - 18 GC
Entrenador: Luis Miguel Ramis
Ases a seguir: Iván Sáez y Rai



Los chicos del juvenil de Valdebebas cierran el año con un propósito, una vez caídos, se van a levantar. Su entrada en la élite del fútbol base nacional no ha sido la esperada. A pesar de ser el equipo más goleador de la categoría y uno de los que menos encaja, sus perlas no han brillado en las grandes batallas. En un equipo campeón no ser líder parece estar mal visto. Más cuando las últimas generaciones, con quiénes compites por un puesto en el umbral de tu sueño como futbolista, se proclamaron campeones en el pasado y triunfan unos en el Castilla y otros en el Real Madrid "C".

La temporada comenzó a cruzarse cuando en su visita a la Ciudad Deportiva de la Fundación Rayo Vallecano fueron intimidados por el juvenil rayista, cayendo derrotados en su debut liguero. A partir de entonces la calidad se manifestó pero el miedo no se marchó. Su talento se bloqueaba ante la adversidad. Vencer era una necesidad tanto moral como fisiológica, obligaba el escudo. Cuando no estas seguro de alcanzarla, jugar se convierte en estar expuesto entre cuatro paredes. 

Después de golear al Real Valladolid (4-1) y a Las Rozas (6-0)  parecía que el equipo había cogido carrerilla, con  Melero en la mediapunta y el fichaje de Mariano dando aire fresco al frente de ataque. Pero ante el Rayo Majadahonda volvió el bloqueo. Sin la capacidad de imaginar ni de saltarse las reglas ante un equipo amurallado  y contragoleador, brotó el miedo a perder, empate a cero.




Se volvió a ganar, se volvió a perder (jornada 6, 4-3 ante el Pozuelo de Alarcón) y se volvió a empatar (jornada 8, ante el  C.D Leganés, 1-1). Poco más tarde, en la jornada 10, y tras vencer por 5-1 al Getafe, tocaba jugar ante le máximo rival y líder de la competición, el Atlético de Madrid, en el Cerro del Espino. Quizás por la aprehensión que a las rayas rojiblancas les da el color blanco o por el orgullo que genera en las almas merengues jugar frente a su vecino, el resultado fue de empate a cero, nadie demostró ser mejor que el otro. Con la ayuda del castillista, Omar Mascarell, y el oficio de un equipo que se movió como tal, todos a una, demostraron su capacidad para ser más.

Sin embargo un partido caótico, 4-4, frente al Diocesano terminó con Tristan Celador en el juvenil "B" y con Ramis ascendido al juvenil División de Honor. Desde entonces no se volvió a perder, parecía que el equipo miraba con otro brillo en sus ojos los duelos. Más que nada porque en el tiempo que se consiguieron estas cuatro victorias consecutivas jamás se recibió un gol, medicina preventiva ante el vértigo de ser derrotado.

Con Ramis al frente comenzaba la segunda vuelta ante el Rayo Vallecano. En juego, tomar posiciones para alzarse con la plaza que da acceso a jugar la Copa del Rey. Pues los franjirrojos, al contragolpe, volvieron a tumbar a los blancos, por 0-1. 

El entrenador ha cambiado pero los jugadores son los mismos. Rebosan talento. Unos desde la banda cuando encaran, otros desde la defensa cuando se anticipan o van  al corte, otros delineando líneas de 
pase y otros llevando la pelota por la senda del gol. 

Sin embargo, no han pasado de la genialidad a la constancia de quién marca la diferencia cada vez que juega.

En la defensa ha destacado un central por su juventud, carisma y proyección, Iván Sáez. Más pequeño que el resto, juvenil de primer año que siendo cadete ya jugaba en el equipo de Liga Nacional, esta temporada asombra por su velocidad y decisión al corte y por su clarividencia a la hora de leer dónde colocarse sobre el campo.

En la línea de medios, se afianza Rai como mediocentro. Futbolista de la escuela catalana de Villafranca del Penedés. Es su segunda temporada en el Real Madrid y demuestra su valía. Tanto para Celador como para Ramis su status como el vértice del equipo ha sido irrenunciable. Asegura el progreso del juego con sus pases a escuadra y cartabón. Quizás no traza diagonales ,pero no pierde balones, y su compromiso con el equipo le convierte en el primer pilar blanco levantado de sus cimientos defensivos.

Entrelíneas se mueve Gonzalo Melero. Es el encargado de hacer correr la pelota hacía el gol. Conduce y templa las acciones de ataque, luego decide. Por la banda desequilibra un extremo caótico, Fran Pastor. Capaz, como el Correcaminos,  de ir driblando por todo el terreno de juego. Sus rivales, como si fueran el Coyote, le persiguen pero no le atrapan con facilidad y siempre caen en el encanto de sus destrezas, siendo superados por su velocidad espontánea. Pero como en la serie de animación, Fran Pastor y el Correcaminos nunca se detienen, y en el fútbol , a veces, correr sin pausa te hacen pasarte de largo o no llegar a tu objetivo.

 Estas y otras perlas brillan en el juvenil A del Real Madrid. Ahora Ramis se encargará de pulirlas y formar con todas ellas un collar para superar los reveses del camino y salir del año de la marmota, esa dinámica en la que se encuentran, dónde dan una de cal y otra de arena. En el camino, el primer partido del nuevo año, el Real Valladolid y marcado en rojo el 4 de Marzo, su partido de vuelta ante el Atlético de Madrid.

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